miércoles, 5 de noviembre de 2008

Presentación de Angélica Lafuente

(Transcribimos las palabras de Angélica Lafuente en la presentación del libro "No son sólo palabras" el pasado miércoles 29)

La narración oral es uno de los registros que quizás más conocemos de Javier pero sabemos que no es el único que domina. La narración escrita es otro de los registros que utiliza para difundir su principal pasión, contar cuentos y poemas.
Hoy presentamos “No son sólo palabras”. El título es muy revelador pues es cierto que no son sólo palabras.
Por ello quiero expresar algunas razones por las que me ha gustado la nueva creación de Javier Gil y por las que creo que os gustará también a vosotros.

Me gusta porque los relatos cortos, los poemas contados, los cuentos que son poesía que incluye nuestro libro se fija y nos revela los detalles que deleitan la vida.
Esos pequeños rasgos de cortesía, amabilidad o afecto que son los detalles y que muchas veces desaparecen en el mundo “grueso” (en el sentido de confuso y espeso) en el que desarrollamos la mayor parte de nuestros días.

Tiene que existir un Javier que se ocupe de observar los detalles, de transmitirlos literariamente para que nosotros al degustarlo con la lectura nos recordemos lo que sienten nuestros sentidos.

Podemos evocar nuestro olfato cuando en “Ciudades” nos recuerda: “No sé si es el ancla esculpido en un edificio que nunca olió a salitre”.

Recuperar nuestro tacto cuando en “Placeres” nos susurra: “el roce de unas sábanas recién puestas sobre la piel, escuchar un poema en susurros, ponerte la ropa caliente del radiador”.

Reeducar nuestra mirada cuando leo “Cómo mirar” (http://lapoesiaesuncuento.blogspot.com/2007/02/como-mirar.html)

Cuando yo leo esto y lo evoco en mi mente tengo una sensación cálida que me reconcilia con el día a día.

Otra razón por la que me gusta es porque las pequeñas historias, las preguntas agudas, nuevamente me ponen en contacto con mis emociones a veces anestesiadas por ritmos vertiginosos y me recuerdan la humanidad presente.

Si Javier me pregunta en ¿Por qué?: ¿Por qué llevamos un niño dentro, pudiendo ponerlo fuera? ¿Por qué en los dormitorios escasea la magia de los cuentos? me invita a reflexionar sobre mi intimidad.

Si yo os leo “La esperanza” decidme ¿a qué os invita? (http://lapoesiaesuncuento.blogspot.com/2007/11/hermanas.html).

Espero que disfrutéis de este libro que no son sólo palabras sino una estación de descanso para un mundo sin tregua.

(Gracias Angélica, gracias a todos los que estuvisteis allí -físicamente o no-, gracias a los muchos que ya han querido conocer estas historias, os debo un post de agradecimientos)

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