viernes, 2 de abril de 2010

Jorge Drexler


Había dejado un poco olvidada esta faceta de "camello cultural" que me he autoasignado, así que vamos a por un disco.

Presentar a Jorge Drexler es, como se suele decir, innecesario. Hay que saber hilar muy bien las palabras para decir algo a la altura de su talento o, al menos, que no se haya dicho ya. Así que, con esta buena excusa me ahorro la presentación del artista y paso al disco: "Amar la trama".

Quizá porque ya sabía como se había grabado el disco antes de escucharlo pero, el caso, es que me sonó a otra cosa y no a un puñado de canciones. Me sonó a unos buenos amigos, músicos excelentes que se juntan para tocar. Todo con una suavidad que hace que las canciones no encajen: se solapen. Cada una "pega" perfectamente con la anterior y la posterior aunque sean de ritmos y sonidos diferentes. Con perdón por irme a otro tópico: el disco "te lleva" de la primera canción a la última sin darte cuenta.

Por cierto he hablado de como se grabó y, por si alguien no lo sabe, les cuento que está grabado con todos los músicos tocando juntos y a la vez (nada de cabinas). Como un pequeño concierto con una veintena de personas como público (a las que no se les dejaba aplaudir hasta bien terminada la canción). Es, utilizando una expresión de la TV un "falso directo" porque no es un concierto ni un disco estrictamente de estudio. (Para saber más del proceso de grabación el disco trae un DVD que te lo cuenta estupendamente).

Las letras son magníficas y, si me permiten que lo traiga a mi terreno, juegan en ese ambiguo espacio que se extiende entre la poesía y el cuento. Si hay versos que, por sí solos, hacen que un disco merezca la pena este tiene varios. Por ejemplo:

"Si quisiera regresar ya no sabría hacia donde"
"Y aunque no haya una razón: todos a sus puestos. La vida puede que no se ponga mucho mejor que esto"

Pues eso: "a sus puestos". Espero que les guste.

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