Oda a la pacificación
No sé hasta dónde irán los pacificadores
con su ruido metálico de paz,
pero hay ciertos corredores de seguros
que ya colocan pólizas contra la pacificación
y hay quienes reclaman la pena de garrote
para los que no quieren ser pacificados.
Cuando los pacificadores apuntan
por supuesto tiran a pacificar
y a veces hasta pacifican dos pájaros de un tiro.
Es claro que siempre hay algún necio que se niega
a ser pacificado por la espalda
o algún estúpido que resiste la pacificación
a fuego lento.
En realidad somos un país tan peculiar
que quien pacifique a los pacificadores
un buen pacificador será.
MARIO BENEDETTI
Como tú
La poesía es como el pan
Como tú
amo el amor, la vida, el dulce encanto de las cosas,
el paisaje celeste de los días de enero.
También mi sangre bulle y río por los ojos
que han conocido el brote de las lágrimas.
Creo que el mundo es bello,
que la poesía es como el pan, de todos.
Y que mis venas no terminan en mí,
sino en la sangre unánime
de los que luchan por la vida,
el amor,
las cosas,
el paisaje y el pan,
la poesía de todos.
ROQUE DALTON
Oración
A vosotros,
que cortáis la manzana de la muerte
con el anonimato de una guerra,
os pido caridad.
Por un Dios
en el que jamás he creído.
Por una Justicia
de la que desconfío.
Por el orden de un Mundo
que no respeto.
Para que renunciéis a vuestra guerra,
yo renuncio a mis dudas,
que son parte de mí
como la luz amarga
es parte del otoño.
Y escribo Dios, Justicia, Mundo,
y os pido caridad,
y os lo suplico
LUIS GARCÍA MONTERO
Recordatorio
Queda sobre las tumbas
la amarga soledad de los yacentes.
De todos los que un día esperanzaron
ver a la luz dormir por el poniente.
Quedan ojos deasombro.
madres muertas
viejos acribillados
contra una humilde pared
de paja y barro.
Y queda, contra la noche, todo el silencio
al que llaman PAZ los bienpensantes,
los que matan a bocajarro la esperanza
y destruyen en nombre de no se sabe qué
la vida entera.
Queda un viento terrible,
una azotada soledad de ciegos
y queda, en sus solapas,
una gota de sangre acribillada,
esa con la que irán a los Consejos
para reconocerse en su miseria.
Que Dios, Alá o quien sea,
los maldiga.
Nosotros lo haremos en el nombre
de esta Tierra terrible y torturada
JOSÉ ANTONIO LABORDETA
Paz
Tristes guerras
si no es amor la empresa.
Tristes, tristes.
Tristes armas
si no son las palabras.
Tristes, tristes.
Tristes hombres
si no mueren de amores.
Tristes, tristes.
MIGUEL HERNÁNDEZ
Los juguetes
Los Juguetes son para Jugar (de verdad)
No para Jugar a Matar (de mentira)
Las pistolas (ni de agua)
El revólver (ni de broma)
La escopeta (ni tocarla)
Los juguetes para todo
Y las armas para nada.
GLORIA FUERTES
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