martes, 31 de enero de 2006

Ha venido Aina

El caso es que iba a escribir algo acerca de las contradicciones del día mundial de la “no-violencia” que se celebró ayer. Pero no. Hay que levantar el ánimo, escribir de cosas bonitas y poner sonrisas como si fueran estrellas de mar. (Hablando de mar: Mar, gracias por venir a compartir mis historias el lunes pasado).

Me lo ponen ciertamente difícil pero siempre hay algo. Hoy, por ejemplo, he visto una foto de Aina. Ya ha venido, ya llora, come, duerme y hace feliz a la gente. Enhorabuena a la mamá y al papá.
Es cierto que los hospitales no suelen ser sitios agradables de visitar, pero siempre tienen una planta que te reconcilia con el mundo. Las sonrisas sinceras, las emociones goteando por los ojos, la magia… El milagro de la vida lo llaman algunos.

Yo no sé si es un milagro o es la vida en sí, pero es real. Todo el que entra a un hospital para visitar a un recién nacido, se marcha siendo mejor persona de lo que era al entrar. O al menos, ese propósito lleva…

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