El 26 de agosto de este 2025 se cumplieron veinte años del día en que se firmó el acta fundacional de la asociación cultural La Poesía es un Cuento. Nos propusimos dilatar la celebración de la efeméride en hasta veinte actos, eventos, iniciativas especiales. Veinte oportunidades para recordar o para mirar al futuro, incluso para disfrutar el presente. Bien por rememorar algún espectáculo de hace tiempo, bien por estrenar algún nuevo montaje de narración oral de cuentos y/o poemas (tamaña insania para estos tiempos que corren), bien por darle grandeza a ciertas fechas relevantes (Día de la Poesía, cumpleaños de Gloria Fuertes,...), bien por regresar a escenarios donde fuimos felices, bien por cualquiera motivo que merezca ser reseñado echando un vistazo a estas dos décadas de oralidad.
Es tan frágil y maleable el propósito que la primera de estas citas, ni siquiera fue planteada por nosotros si no que nos requirieron para hacerlo. Una amabilísima llamada de la Fundación Círculo Burgos nos hizo una invitación, una propuesta y un reto: llevar al Centro Penitenciario de Burgos un recital de Poesía. Sin duda, merecía ser una de esas veinte celebraciones por muchos motivos: porque sería un montaje nuevo, por lo inédito del escenario y por el trasfondo social de la iniciativa.
De ese encargo salió "Una palabra enorme", un montaje escénico de Narración Oral de Poesía con tres partes diferenciadas:
· Poemas y textos sobre la cárcel, especialmente sobre el penal mal llamado "Libertad" en el Uruguay de la dictadura militar, pero también con versos de Marcos Ana, Ángela Figuera, etc.
· Poesía social, comprometida y militante.
· Poesía muy reconocible con versos que a casi todo el mundo le hacen eco en la memoria.
(Además, dos paréntesis rítmicos con recitados sobre música en directo o grabada, daban aire al guion)
La representación en el centro penitenciario fue, sobre todo, silencio. Del espeso, del ocupado. No el silencio de quien ve pasar el tiempo, el silencio de quien asume lo escuchado y lo pasa por su propio tamiz de recuerdos, de convicciones, de promesas. De quienes entraron, apenas un par de personas salieron antes de finalizar la actuación y unas cuantas se acercaron a felicitar al narrador por el acierto en el contenido... y en el continente que, al menos, era diferente, a la rutina habitual e incluso a las opciones culturales que suelen plantearse allí.
Una experiencia muy satisfactoria, personal y artísticamente. Tanto que el guion se quedó enredado en la memoria como queriendo salir de nuevo antes de disolverse en el olvido. Por eso, esta vez sí buscado, tenemos una segunda representación del mismo. La segunda de las veinte celebraciones por doble motivo: lo especial del espacio escénico y porque allí tuvo lugar una de las más hermosas en todo este tiempo (una representación violeta en el marco de los actos del 25 de noviembre de 2011).
Será el jueves, 13 de noviembre cuando Una palabra enorme de nuevo se haga oralidad. El repertorio prácticamente idéntico para un auditorio totalmente nuevo en esta ocasión. Con humildad y sabiendo lo mayúsculo del reto, nos gustaría hacer la viceversa y, tras llevar un recital poético a la cárcel, llevar la cárcel a un recital poético. Ojalá consigamos remover algunas convicciones, poner dudas en ciertas aseveraciones, pero sobre todo, el objetivo como siempre es conseguir hacer algo más felices a un puñado de personas gracias a la Poesía, despertar recuerdos, provocar emociones, pellizcar sentimientos.
Será hermoso.

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