miércoles, 4 de enero de 2006

Ilusión

Uno de los objetivos de la Asociación Cultural “La Poesía es un Cuento” es “buscar la paz utilizando la poesía, los cuentos, y la palabra como instrumentos”. Además de eso, a través de los espectáculos de narración oral, de las contadas, intentamos crear un ambiente de magia, de ilusión, de felicidad, de emociones, de humanidad al fin y al cabo. No sé si alcanzamos al menos un mínimo de ese objetivo pero sé donde se consigue plenamente.

Sé de un lugar, de un acontecimiento, de un espectáculo donde la Ilusión, las Emociones, la Magia, la Felicidad, la Humanidad son con mayúscula. Un espectáculo que te reconcilia con el mundo.

Que quieren que les diga, me encanta la Cabalgata de Reyes. Realmente me hace sentir como en aquellos versos de Benedetti “quisiera ser yo / pero un poco mejor”.

Evidentemente no me refiero a si las carrozas o los camellos son más o menos  espectaculares, si Baltasar es natural o “teñido”, si arrojan pocos o muchos caramelos. No. Como en otros muchos espectáculos, lo mejor sucede frente a los “intérpretes”, en este caso, al margen de la carretera.

Las caras de los niños, sus gestos, su modo de sonreír. Las peticiones de última hora, los nervios, insisto: la Ilusión. Cierto que también, además de los niños, merecen la pena algunos rostros de algunos adultos (supongo que yo mismo seré un buen ejemplo) que recuerdan, nostalgian o simplemente disfrutan de la felicidad de los pequeños. Esa felicidad completa, sin tachas, que un día esta vida les irá oscureciendo.

Pero de momento, el día 5 el mundo es bastante mejor en esos niños que son nuestra esperanza, nuestras estrellas de mar y nuestro horizonte.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchos dicen que este día es sólo para los niños. Yo creo que tienen razón, que es para ese niño que todos tenemos en nuestro interior, ese niño que nunca debe desaparecer...

En mi casa todos los años se produce la misma situación: cuando la Noche de Reyes ponemos los regalos alrededor de los relucientes zapatos; a mi madre se le ilumina la cara al ver sus regalos amontonados...
A mi me encanta esa situación, esa cara, y sobretodo saber que despues de haber pasado tantos años desde que dejo de ser niña sigue manteniendo intacta toda la ILUSIÓN.

Anónimo dijo...

Comparto esa misma ilusión que tú: el ver esas caras infantiles con ojos como platos, niños coreando el nombre de los Reyes Magos...
Y no sólo eso. Yo, que ya he llegado a los 25, creo que nunca he dejado de ser un poco niña, y nunca quiero dejar de serlo. por eso, cada 6 de enero me levantaré entusiasmada a abrir los regalos que se amontonan debajo del árbol, como he hecho cada Navidad hasta ahora.

Anónimo dijo...

Claro que sí. Aún sigo quedando con mis amig@s para ir a la cabalgata....muy muy divertido

Anónimo dijo...

Yo ste año cometi el error de no poner los regalos, por la mañana faltaba algo, una sensación extraña entre melancolia y tristeza,asi q no volvera a ocurrir aunq me canse volvere a buscar regalos para q esa mañana sea especial otra vez.