Shiva, como todos los gatos, no era especialmente cariñosa, ni juguetona pero cuando te daba cariño (o te lo pedía) y cuando jugaba conmigo merecía la pena.
Shiva iba por su cuenta pero, todas las mañanas al notar que yo me levantaba, se salía de su cojín y ronroneaba en mi puerta.
Shiva parecía "no estar" muchas veces pero, si era yo el que faltaba un par de días o una semana, me reñía con maullidos a mi regreso.
Shiva ha vivido conmigo más de quince años: media vida a mi lado. Todos los días.
Shiva me miraba a los ojos en el veterinario esta mañana. Y yo creo que lo hacía para tranquilizarme.
(Lo siento. Quizá no correspondía esto aquí pero estoy roto de pena.)
7 comentarios:
Me ha emocionado esta historia. Me ha recordado a mi gata Elsa que vivió con nosotros también unos 15 años. Era cariñosa, le gustaban las magdalenas pero no las cogía,las pedía,me adoptó como mamá, parecía que me hablaba y cuando se ponía de parto me buscaba para que estuviera con ella.
Un día desapareció y mi marido la encontró muerta en el jardín. Tardó varios días en decírmelo . La lloré como si hubiera sido una persona querida, tanto que casi me daba vergüenza.
No he querido más gatos.
Es normal que se eche de menos a cualquiera que te haya daño cariño o que te lo haya pedido. Porque ya nunca será lo mismo. Lo único que puedo decir es que con el paso del tiempo el dolor deja de ser tan intenso. Y vuelves a respirar, aunque no tan profundo como antes. Colores, un abrazo enorme, enorme
Los animales son una maravillosa compañía. Mucha fuerza!
Me dan ganas de llorar!!!
Pero tienes que ser fuerte.. vivir con eso, pero también tiene que ser algo bueno en tu vida como que esta en un buen lugar no tanto como en el que estaba antes pero lo esta disfrutando...
Yo no puedo ni imaginarme el día en que Noor me mire a mí para tranquilizarme. Sólo de pensarlo se me escapan las lágrimas.
Hola.. me ha emocionado... un saludo y feliz navidad
He sacado un huequito para leer un poco más detenidamente tu blog y me encuentro con esto. Jo, que pena! que triste!
Siento no haberte apoyado antes pero aquí estoy. Un abrazo muy fuerte.
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