Ocho años no es nada

Hoy es un día muy especial. Un 14 de Mayo de hace ocho años (cómo pasa el tiempo) me subí por primera vez a un escenario a contar. Una media hora contando poemas de Don Mario Benedetti. En el teatro de un pequeño pero gran pueblo de Valladolid (Pedrajas de San Esteban). Ante un aforo de unas trescientas butacas de las cuales unas seis u ocho estaban ocupadas... Eso sí: se rompieron las manos aplaudiendo.

Pero fui muy feliz ese rato. Disfruté muchísimo. Sin nervios, sin miedo. Contando con todo el alma. Qué buen recuerdo.

Y, ocho años después, sigo con la misma ilusión de aquel día. Entonces no existía “La Poesía es un Cuento” como asociación. Simplemente se anunciaba un tal Javier Gil. Después, al año y poco, llegaría la asociación y muchos proyectos más y muchas cosas lindas bajo el cobijo de ese nombre mágico.

Este próximo Sábado representaré en Lerma ese mismo espectáculo. También en un teatro (espero que esta vez con algo más de gente) y con las mismas ganas. Pensando que en estos años algo bueno hemos logrado, algo bonito. Un buen puñado de sonrisas, muchas emociones remecidas, algunas lágrimas y muchos momentos de esos que te dejan "blandito por dentro". Y grandes amigas y amigos con quienes compartir camino. Gracias a todas las personas que, desde hace ocho años, habéis puesto vuestra ilusión en nuestras historias. Esperamos haber devuelto algo del cariño recibido, así sea un tantito nomás.

Y en estos años, se marchó Don Mario. Tristes desde aquel olvidable día, aquí seguimos: sin salvarnos. Defendiendo la alegría. Siguiendo su táctica y su estrategia. Creyendo en los ojos y las manos del pueblo en general, y en los ojos y las manos de Don Mario en particular. Porque el poeta y sus versos son nuestra utopía. Tà.