domingo, 27 de noviembre de 2005

Noches

Hay noches en que hasta los termómetros te mienten.
Noches en que los semáforos perseveran en el verde.
Noches en que no tienes última oportunidad, sencillamente porque no tuviste una primera.
Hay noches en que observas como las parejas dejan regueros de miradas lentas.
Noches tan frías que te sobra calor.
Noches en que te enfada tu propia tristeza y su inacabable reserva de motivos.
Noches en que regresas a casa caminando como las sombras a la luz.
Hay noches inevitables.

Hay noches, demasiadas noches ya, en las que no estás. En las que no estoy.

¿Dónde estamos esas noches?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Las noches en las que parecemos no estar para nadie, ni para nosotros mismos... Las noches en las que pasamos desapercibidos por todos los lugares...
Esas noches estamos en el más triste lugar: en lo más profundo de nuestra propia soledad.
Pero siempre nos quedará el consuelo de que nuestra soledad se irá, tan callada como vino, con el amanecer.

Anónimo dijo...

Las noches en las que parecemos no estar para nadie, ni para nosotros mismos... Las noches en las que pasamos desapercibidos por todos los lugares...
Esas noches estamos en el más triste lugar: en lo más profundo de nuestra propia soledad.

Pero siempre nos quedará el consuelo de que nuestra soledad se irá, tan callada como vino, con el amanecer.