Siempre he tenido la convicción de que ella pensaba de mí mucho más de lo que me ha dicho. Me parecía que su forma de mirar, de sonreír, de callar, de ladear levemente la cabeza eran más expresivos que sus palabras. O quizá sea todo vanidad, o imaginaciones mías.
Pero, no se me va de la cabeza la idea.
Hoy me ha parecido que su sonrisa decía muchas más cosas de las que dicen unos labios al sonreir.
¿O seré yo, que he imaginado en su boca lo que quería “oír”?
Este, como algún otro post de este blog, es para ti, que no sospechas (¿o sí?) que te estoy pensando.
2 comentarios:
y por qué no le preguntas y así sales de dudas? las palabras más bonitas muchas veces son las que se callan...
Eso, eso, los de la ACU también queremos saber..... tanta intriga ya…..
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