Una especie de felicidad inesperada en el ambiente se convertía en una bruma invisible. La noche había convertido las calles en acogedores pasillos mullidos de alfombras imaginarias y por ellos paseaban en busca de una excusa, de una palabra intencionadamente descuidada.
Se besaban a cada momento, pero se buscaban más allá de los besos. Ambos. Sin saber lo recíproco de la pregunta.
Hay quien sostiene que los suspiros, las caricias, los besos y las miradas hablan mucho más que las palabras. A veces. Porque otras veces, pese a todas esas señales, siempre hacen falta algunas palabras. O una, simplemente.
Esta vez fueron dos, o una repetida. Una pregunta y una respuesta.
- ¿Sí?
- Sí.
Y al cabo, dejaron de hablar. Es decir, dejaron las palabras. Entonces sí se hablaron a base de suspiros, de caricias, de besos, de miradas. Se hablaron hasta quedarse sin palabras, sin aliento y sin excusas para odiar a la suerte.
Una especie de felicidad irresistible en el ambiente les acunaba cuando se durmieron abrazados. Sin palabras innecesarias. Sin palabras al fin y al cabo.
3 comentarios:
:)
Um besito!
Me alegro mucho :) Ya lo sabes, ¿verdad?
Besitos i petonets
Bien por vosotros!!!!
Jo, qué bonito es el amor... y estar enamorado!!!!
Besitos naran!
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