Justo esta tarde he leído esa frase ya clásica de que "los amigos son los que, cuando las cosas van bien, les llamas y vienen. Y cuando las cosas van mal vienen solitos"
Y me ha recordado a otra parecida que escribí en un e-mail hace poco:
Los amigos son los que sabes que, si les llamas, vendrán a tu casa a tomar café contigo.
Pero los verdaderos amigos (yo los llamo hermanos) son los que sabes que, sin que haga falta llamarles, puedes ir a su casa porque siempre te abrirán para invitarte a que tomes un café.
A mí no me gusta el café ni tengo casa para invitar a mis amigos pero sí que tengo mucha gente con la que cuento. Hay muchos teléfonos en mi agenda que, aunque no marque a menudo, sé que el día en que me haga falta alguien los descolgará loco de ganas de echarme una mano.
Y también tengo suerte, mucha suerte. Porque, además, siempre a mi lado hay un puñado de hermanos de los que me siento orgulloso y, cada día, trabajo para que ellos se sientan orgullosos de mí.
2 comentarios:
Café, té, agua o simplememte un paseo mirando el mar... ;)
Gracias, por todo, siempre.
Fdo: la orgullosa socia nº 20 de esta maravillosa asociación.
Se te quiere, pomelin! (jejeje)
Un besote!
Creo que es una estupenda definición. A pocos lugares puede ir una con la tranquilidad de que le darán un café -o lo que se tercie- sin avisar. Por mi parte, me encantán los cafés inesperados.
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